Bienvenido/a de nuevo a nuestro blog! El post que te presentaremos hoy, está dedicado a la Plaza Real, uno de los espacios más recónditos de la ciudad de Barcelona y donde también se encuentra ubicado nuestro restaurante italiano Rossini.
Aunque no lo parezca, en la actualidad gran parte de los/las residentes de Barcelona desconocen muchas cosas de este lugar, como los orígenes de Plaza Real, la interesante historia que hay detrás de ella y las diferentes piezas arquitectónicas que decoran la plaza y forman parte del barrio gótico.
Esta plaza tiene muchos secretos ocultos que están esperando ser revelados y nosotros te los descubriremos. ¿Estás preparado/a para hacer un viaje atrás en el tiempo con nosotros?
Tabla de contenidos
Los antecedentes de Plaza Real se sitúan en torno al año 1822. En ese entonces no se conocía con el nombre con el que hoy la reconocemos, sino que en su lugar existía un convento llamado “Convent de Santa Madrona”. Un lugar dedicado a los retiros espirituales y perteneciente a la antigua orden italiana de monjes capuchinos, que se establecieron en la ciudad desde 1578.
Sin embargo, por diversos ajustes económicos del gobierno conocido como el trienio liberal, se llevo a cabo una desamortización eclesiástica, con lo cual los monjes locales perdieron su monasterio y acto seguido el ayuntamiento de la ciudad de Barcelna puso el terreno a subasta pública para llevar a cabo la reconstrucción de un nuevo espacio para la ciudad.
Ante este hecho, diversos arquitectos de diferentes escuelas de Barcelona, como la escuela de la Llotja, decidieron presentar a concurso diferentes propuestas para reconvertir el convento en un nuevo espacio para la población y especialmente para la acomodada clase burguesa de Barcelona que en aquel entonces era una clase acostumbrada a los lujos.
Aunque en el concurso se presentaron muchas propuestas urbanísticas interesantes, entre ellas el proyecto de la actual Plaza Real, finalmente se decidió construir un teatro italiano conocido por los lugareños como “Teatre Nou” planeado para 1835.
Sin embargo, el proyecto no tuvo mucho éxito debido principalmente a su proximidad con el Liceu de Barcelona, es por ello que finalmente unos años más tarde encargaron el proyecto de “plaza” al arquitecto Daniel Molina, que dio el nombre de “real” para inmortalizar al rey español Fernando VII, el cual era bastante impopular en la ciudad por su represión absolutista.
La Plaza Real de Barcelona
Una vez las obras comenzaron en 1848 y ante el descontento de la población hacia su rey, se estimó adaptar el proyecto nuevamente para los intereses de la burguesía catalana, dando al espacio una personalidad más bohemia a la estética gótica del barrio. Hacia 1860, el arquitecto Daniel Molina terminó su construcción fuertemente inspirada en la tradicional Plaza Mayor española de Madrid.
Aunque el rey Fernando VII quería colocar una estatua suya de en el centro de la plaza, finalmente debido a su impopularidad el proyecto fue cancelado y en su lugar se colocó una fuente, conocida como la fuente de les tres gràcies del autor Antoine Durenne.
Los pórticos y las bóvedas que se encuentran a lo largo de la plaza, fueron decorados con motivos artísticos de estilo neoclásico en una época en la que España ya había perdido todas sus colonias americanas continentales.
Sabías que….
Además de ser un lugar de paso, también era y es un punto de encuentro social para llevar a cabo diferentes actividades como los intercambios de sellos?
¿Y que en uno de los locales de Plaza Real, había una casa de barrets (tienda de sombreros) muy popular, que en su sótano ocultaba un burdel clandestino?
¡Visítanos!
Prueba las mejores especialidades italianas de Plaza Real.
