Los profiteroles italianos, también conocidos como “Bigne”, son pequeños pasteles rellenos de nata increíblemente populares en Italia. Una de las formas más populares de servirlos es rociándolos con salsa de chocolate caliente, para que contraste con el frío de la nata.
Así que si estás buscando un postre goloso, pide los profiteroles de nuestra carta italiana. Son el bocado ideal y ligero que estabas buscando este verano.
Historia de los profiteroles: italianos o franceses?
El origen de los profiteroles se remonta a la era del Renacimiento en Italia, donde muchos chefs empezaban a experimentar con nuevas recetas de pastelería. Sin embargo, el nombre “profiterole” proviene de la palabra francesa “profit”, que significa beneficio o provecho, en referencia al pequeño tamaño de la masa. Originalmente, se les refería como “pâte à chaud” o “pasta caliente”.
Durante el reinado de Enrique II y Catalina de Médici de Francia, su chef personal de origen italiano, Popelini, introdujo este goloso postre en la corte francesa. Catalina de Médici fue una figura clave para el desarrollo de la cocina francesa y su influencia ayudó a dar forma a la cocina francesa moderna.
Pasó a la historia por traer chefs italianos a Francia, ya que creía que la cocina francesa carecía de refinamiento.
Los franceses adoptaron rápidamente los profiteroles en su gastronomía y los transformaron en el delicioso postre que conocemos hoy, agregándole la nata y la salsa de chocolate. El postre ganó mucha popularidad en Francia porque era fácil de preparar, delicioso y visualmente impresionante. Por lo tanto, es innegable la conexión de los profiteroles con la cocina de Italia.
La receta italiana
Los profiteroles son un postre clásico que se elabora con masa choux rellena de nata montada o crema pastelera y cubierta con salsa de chocolate.
¿Qué es la masa choux?
Para hacer profiteroles necesitas hacer primero la masa choux, para ello se hierve agua con mantequilla en una cacerola y se añade harina y remueve vigorosamente hasta formar una masa suave.
Se deja enfriar y luego se añaden los huevos, hasta obtener una masa suave y brillante. Se hornean los profiteroles hasta que están bien dorados y crujientes por fuera, y huecos por dentro.
El relleno
Una vez el profiterol se ha enfriado, se rellena con una buena nata montada y se rocía finalmente con salsa de chocolate. Todo, para que en boca explote y se mezcle el dulce de la nata con el chocolate amargo.
Día Mundial del Profiterol
Las personas somos seres de celebración. Por eso, hasta el pequeño profiterol tiene un día al año guardado para su festejo. Cada 2 de enero, podemos homenajear a este goloso bocado de nata y chocolate. ¿Vendrás a probarlos a Rossini? ¡Te esperamos!
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